Hace unas semanas, el ministro de Agricultura, Andrés Valencia, recordó que en el Congreso se estaba tramitando un artículo en el Plan Nacional de Desarrollo que buscaba pasar la administración de la política de vivienda rural de su cartera a la del Ministerio de Vivienda.
En su momento, Valencia dijo que no había “razón por la cual el programa de vivienda rural debería irse a otro ministerio”. Sin embargo, en el Plan, que está listo para la sanción presidencial, el artículo finalmente pasó, y con esto, la cartera de Vivienda, en cabeza del ministro Jonathan Malagón, recibirá esta responsabilidad desde 2020, que cuenta con un presupuesto de más de $700.000 millones.
Según explicó Malagón, esto se dio porque el programa “lo tenemos que reorganizar, la ventaja es que hay unas transiciones durante 2019, así que desde ahora tenemos un plan de trabajo con Función Pública para redactar la función del ministerio”.
De hecho, el jefe de la cartera de Vivienda reportó que en total se requieren $235.000 millones al año, es decir casi $1 billón para este plan. Sin embargo, como el ajuste entra desde 2020, por lo menos hasta diciembre, el ministro Valencia tiene cómo terminar sus tareas con $207.286 millones.
Solo entre enero y abril, el MinAgricultura invirtió $37.555 millones que han dado a la entrega de 1.333 viviendas, y según proyectan, el plan es terminar 2019 con 7.000. Adicional, del Gobierno pasado se dejaron contratadas más de 40.000 casas de este tipo y Valencia comentó que ese plan ya fue reactivado.
Como el Ministerio de Vivienda ahora tendrá esa responsabilidad, el Plan dicta que “el Gobierno realizará los ajustes presupuestales correspondientes de acuerdo con el Marco del Sector y el Marco Fiscal de Mediano Plazo”.
Actividades compartidas
El ministro Valencia, cuando comentó las preocupaciones que veía con los cambios de administración de esta política, dijo que más allá de la entrega de las casas, hay otras responsabilidades como también “los bienes públicos rurales, provisión de riego, provisión de tanques de almacenamiento para productos lácteos, provisión de centrales de abastecimiento, irrigación y eso hace parte de la política de hábitat rural y proyectos productivos en los predios donde el ministerio construye las viviendas”.
Sin embargo, según explicó Malagón, “los proyectos productivos son del MinAgricultura, nosotros nos vamos a encargar, como dice el PND, solo de la VIS rural”. Teniendo en cuenta esto, se entiende que el MinVivienda se encargaría de la construcción y entrega de los tres tipos de vivienda del plan (nueva en sitio propio, nueva dispersa y nueva agrupada); y el MinAgricultura de los otros proyectos que las complementan, como es el caso de los fallos a favor de víctimas del conflicto, a quienes normalmente un juez ordena una casa y un proyecto productivo.
Antes de que el artículo que cambió la administración de esta política llegara al PND, el representante a la Cámara, César Lorduy ya tenía listo el proyecto de ley con ese mismo fin, según él “porque en su momento fue una concesión que hizo el expresidente Juan Manuel Santos, con el exministro de Agricultura, Aurelio Iragorri”. Pero el exministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, refutó la discusión, diciendo que “es un error mezclar una tarea entre dos ministerios, el hecho de que lo tenga solo el MinAgricultura lo haría más productivo y más competitivo”.